lunes, 16 de noviembre de 2015

Tres poemas de Eduardo Mitre sobre la violencia


Del sueño a la pesadilla

La israelí embarazada
(¿sería niño o niña?)
y la suicida palestina
en la siniestra llama.

Apago mis ojos y la lámpara
y voy, a ciegas, entre sueños,
buscándolas, sediento,
bebiéndome las lágrimas.

Hasta que por fin las entreveo,
riendo juntas en una plaza,
regateando en árabe y hebreo
con el vendedor de naranjas.


En la autopista

Pasamos, uno tras otro,
en furiosa fuga de dardos,
y es como si nunca
nadie hubiera pasado.

Al borde y a ras del asfalto,
los restos de una ardilla
predican que aquí el tiempo
se ha comido al espacio.

Ya sólo con sangre mártir
y cuerpos desollados
dejamos en la tierra ultrajada
las huellas de nuestro paso.


Adolescentes en Union Park

Conversan, bromean, ríen,
Se persiguen, se tiran del pelo,

Se enojan, se reconcilian,
Tararean una canción de John Lennon.

Y hiere como una ofensa su dicha
En medio de tanto duelo.

Pero son ellos
La vida que se defiende.

Eduardo Mitre, El paraguas de Manhattan, 2004.