domingo, 11 de noviembre de 2012

POR FAVOR, SEA BREVE 2




Como ya es costumbre, tras leer y releer una antología de microrrelatos, escogí las piezas que más me gustaron para compartirlas contigo, querido (y extraño) lector. La antología en cuestión –Por favor, sea breve 2 (Madrid, Páginas de Espuma, 2009)– es muy recomendable. Como muestra, seis botones (respeto aquí el orden del libro, que va del texto más extenso al más breve, a saber: “El fantasma”, de Guillermo Samperio… ya verás por qué):

LA MANO, David Lagmanovich
No la había perdido, pero le había quedado inútil como una flor tronchada. El soldado la miró con lástima y se preguntó qué podría hacer ahora con ella. Luchar contra los infieles ya no, pues necesitaría la fuerza de las dos manos. Necesitaba buscar otro camino y encontrar una fortaleza nueva, se dijo. Pensó entonces en escribir un libro y entrevió que eso podría otorgarle cierta nombradía. ¿Conseguiría el favor del Duque de Béjar? ¿Protegería este alto señor al desconocido soldado Miguel de Cervantes? Nada se perdía con probar.

EL INMORTAL, Javier Puche
Tras una larga búsqueda, capturaron finalmente al inmortal, que fue sometido sin dilación a toda suerte de experimentos químicos. En la rueda de prensa, los médicos dictaminaron perplejos que nada lo distinguía fisiológicamente del hombre común, salvo su temporalidad incesante. Hoy ocupa una tenebrosa celda del zoológico municipal. Y hordas de visitantes intentan matarlo cada día con inexplicable saña. Pero el inmortal persiste. Dicen que por las noches llora muy despacio en un rincón.

DESTINOS, Miguel Hernández-Navarro
Todas las noches la misma historia. El marido entra en la cocina, la tira al suelo y la acuchilla una y otra vez. Luego, como si nada hubiera sucedido, ella se levanta, ordena la casa y limpia los rastros de sangre. No sabe por qué sigue ocurriendo. Lo único que tiene claro es que debe limpiar con esmero. Los niños no tienen por qué enterarse.

LA CARTA, Luis Mateo Díez
Todas las mañanas llego a la oficina, me siento, enciendo la lámpara, abro el portafolios y, antes de comenzar la tarea diaria, escribo una línea en la larga carta donde, desde hace catorce años, explico minuciosamente las razones de mi suicidio.

LA PUNTA DE LA MADEJA, Gustavo Masso
Cuando ella descubrió su primera cana quiso arrancarla de un tirón, pero como el odioso pelo blanco se prolongaba, jaló y jaló, mientras su cuerpo se destejía, hasta que sólo quedó una niña llorando asustada.

NOVELA DE TERROR, Andrés Neuman
Me desperté recién afeitado.

EL FANTASMA, Guillermo Samperio







Microrrelatos escogidos de la antología Por favor, sea breve 2 (Páginas de Espuma, 2009, edición a cargo de Clara Obligado, prólogo de Francisca Noguerol).

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