martes, 21 de enero de 2014

Juan Gelman, poeta de la pluralidad y el compromiso



La de Gelman es una poesía multifacética que, a la vez, lleva siempre su firma inconfundible. La verdad de la memoria y la memoria de la verdad son dos ejes en torno a los cuales se teje su inmensa obra. La etiqueta de “poeta comprometido” le queda chica, pues el compromiso de Gelman es ante todo con su poesía. Así, resulta admirable en ella “su casi impensable ternura allí donde más se justificaría el paroxismo del rechazo y la denuncia” (Cortázar). Alquimia poética que transforma el horror de la historia en positividad, en afirmación de los valores intocables, entre ellos la dignidad humana. La suya es, contra viento y marea, una escritura siempre de pie. Así leemos las numerosas barras [/] que, casi obsesivamente, puntúan y ritman sus poemas.

Poeta de la pluralidad, pero también de la obsesión, autor de una treintena de libros que giran en torno a su proteico compromiso con la vida, Gelman introduce diversas voces en sus textos. Pienso ahora en José Galván, heterónimo que tiene la particularidad de ser un desaparecido de la última dictadura militar argentina. Aparte de un juego, he ahí una confesión emocionante: alguien, en Gelman, murió efectivamente durante aquel régimen atroz. Varios murieron, sin duda, a lo largo de los años. Pero esa multitud se levanta ahora como un solo hombre y nos confiesa una gran verdad de la poesía: "Nunca fui el dueño de mis cenizas, mis versos, rostros oscuros los escriben como tirar contra la muerte."



ARTE POETICA

Entre tantos oficios ejerzo éste que no es mío, 
como un amo implacable
me obliga a trabajar de día, de noche,
con dolor, con amor,
bajo la lluvia, en la catástrofe,
cuando se abren los brazos de la ternura o del, alma,
cuando la enfermedad hunde las manos.
A este oficio me obligan los dolores ajenos,
las lágrimas, los pañuelos saludadores,
las promesas en medio del otoño o del fuego,
los besos del encuentro, los besos del adiós,
todo me obliga a trabajar con las palabras, con la sangre.
Nunca fui el dueño de mis cenizas, mis versos,
rostros oscuros los escriben como tirar contra la muerte.


Juan Gelman 

No hay comentarios.: