domingo, 30 de diciembre de 2012

E-mail abierto a Caetano Veloso








Ah, Caetano, tienes 70 años y, a la vez, tienes el fuego. Tu nuevo disco, Abraçaço, es cálido y terso como el abrazo del viento en Bahía. La prueba de que la edad no hace al músico y que tus canciones y tu voz no conocen la degradación ni el cansancio. (2006) ya era algo. Recuerdo que fui a verte en concierto a Toulouse, justamente para la salida de ese álbum, y, sin haberlo escuchado, esperaba ver a un anciano simpático tocar en la acústica, bajo luces tamizadas, canciones memorables como "Sampa", "Oração ao Tempo" o "Souzinho". Lo que me latigueó, entonces, de entrada, fue un verdadero concierto de rock: ruidoso y áspero y vertiginoso. Es verdad que, al principio, las personas que me rodeaban se pusieron pálidas del asombro, pero también lo es que, hacia el final, las mujeres –jóvenes y maduras– que habían asistido educadamente, con el bolsito entre las manos, a la sala del Halle aux grains –donde, todo hay que decirlo, suelen tocar música clásica–, terminaron despeinadas y de pie, casi tentadas de invadir el escenario en un éxtasis parecido al de las Ménades. Sólo te sentaste una o dos veces, una de ellas para interpretar “Cucurrucucú Paloma” –y en esos instantes magnéticos, por supuesto, se hizo en el recinto un silencio de catedral–. El resto del tiempo lo incendiaste bailando, cantando como nadie, bajándote del escenario y volviéndote a subir, haciendo incluso una arriesgada incursión en las graderías alborozadas para chocar algunas manos antes del bis final.
Seis años después, te presentas con Abraçaço y, una vez más, demuestras que el tiempo no pasa por ti, que, a la larga, por éste y tantos discos, Caetano, ni la muerte podrá tocarte.
Un abrazazo
PD. Adjunto mis tres canciones preferidas… tudo mega bom!


"Parabéns":

"Um abraçaço":



"A bossa nova é foda":

sábado, 24 de noviembre de 2012

"Bones of birds", de Soundgarden



“Bones of birds”… “He intentado construir sobre huesos de pájaro, cantando en el frío”… ¿no es eso vivir? Hace muchos años que no escuchaba una canción de tanta fuerza y hondura. Si el flamante disco de Soundgarden, King animal, es una muestra contundente de que, aun hoy, se puede disfrutar de rock verdadero –ese que no cede al facilismo pop ni a la estridencia de los arreglos estrafalarios, que pega, engancha pero también sobrecoge–, quizá ésta –una de las más oscuras y vertiginosas del grupo originario de Seattle– sea la mejor canción de rock alternativo de los últimos quince años.
Aquí están la canción, la letra y un comentario del tema por Chris Cornell y Matt Cameron. Que lo disfruten.
  


“Bones of birds”, by Soundgarden, King animal, 2012
Time is my friend,
Till it ain't, and runs out

And, that is all, that I have,
Till it's gone

Tried to build on bones of birds,
Singing in the cold and fall to earth

Hey! Sometimes she won't cry!
When the smallest one is trapped!
Too weak to survive, probably...

Maybe.

Tried to look out,
Through a hole in the vague

Circle above, looking down,
Bird of prey

Tried to build on bones of birds,
Singing in the cold and fall to earth

Hey! Sometimes she won't cry!
When the smallest one is trapped!
Too weak to survive! Too weak to survive!
Too weak to survive!

Probably... maybe.

Tried to build on bones of birds,
Singing in the cold and fall to earth...




domingo, 11 de noviembre de 2012

POR FAVOR, SEA BREVE 2




Como ya es costumbre, tras leer y releer una antología de microrrelatos, escogí las piezas que más me gustaron para compartirlas contigo, querido (y extraño) lector. La antología en cuestión –Por favor, sea breve 2 (Madrid, Páginas de Espuma, 2009)– es muy recomendable. Como muestra, seis botones (respeto aquí el orden del libro, que va del texto más extenso al más breve, a saber: “El fantasma”, de Guillermo Samperio… ya verás por qué):

LA MANO, David Lagmanovich
No la había perdido, pero le había quedado inútil como una flor tronchada. El soldado la miró con lástima y se preguntó qué podría hacer ahora con ella. Luchar contra los infieles ya no, pues necesitaría la fuerza de las dos manos. Necesitaba buscar otro camino y encontrar una fortaleza nueva, se dijo. Pensó entonces en escribir un libro y entrevió que eso podría otorgarle cierta nombradía. ¿Conseguiría el favor del Duque de Béjar? ¿Protegería este alto señor al desconocido soldado Miguel de Cervantes? Nada se perdía con probar.

EL INMORTAL, Javier Puche
Tras una larga búsqueda, capturaron finalmente al inmortal, que fue sometido sin dilación a toda suerte de experimentos químicos. En la rueda de prensa, los médicos dictaminaron perplejos que nada lo distinguía fisiológicamente del hombre común, salvo su temporalidad incesante. Hoy ocupa una tenebrosa celda del zoológico municipal. Y hordas de visitantes intentan matarlo cada día con inexplicable saña. Pero el inmortal persiste. Dicen que por las noches llora muy despacio en un rincón.

DESTINOS, Miguel Hernández-Navarro
Todas las noches la misma historia. El marido entra en la cocina, la tira al suelo y la acuchilla una y otra vez. Luego, como si nada hubiera sucedido, ella se levanta, ordena la casa y limpia los rastros de sangre. No sabe por qué sigue ocurriendo. Lo único que tiene claro es que debe limpiar con esmero. Los niños no tienen por qué enterarse.

LA CARTA, Luis Mateo Díez
Todas las mañanas llego a la oficina, me siento, enciendo la lámpara, abro el portafolios y, antes de comenzar la tarea diaria, escribo una línea en la larga carta donde, desde hace catorce años, explico minuciosamente las razones de mi suicidio.

LA PUNTA DE LA MADEJA, Gustavo Masso
Cuando ella descubrió su primera cana quiso arrancarla de un tirón, pero como el odioso pelo blanco se prolongaba, jaló y jaló, mientras su cuerpo se destejía, hasta que sólo quedó una niña llorando asustada.

NOVELA DE TERROR, Andrés Neuman
Me desperté recién afeitado.

EL FANTASMA, Guillermo Samperio







Microrrelatos escogidos de la antología Por favor, sea breve 2 (Páginas de Espuma, 2009, edición a cargo de Clara Obligado, prólogo de Francisca Noguerol).