viernes, 27 de junio de 2008

Las voces de Antonio Porchia

Antonio Porchia (1885-1968) es un poeta argentino de origen italiano. Hacedor de relámpagos, fiel a la estética del fragmento, Porchia es un poeta atipico y asombroso. Su único libro publicado en vida, Voces, encuentra en el silencio, no un límite, sino un alimento. En Porchia cada palabra es indispensable y cada línea restalla y hiende el instante. Es la navaja que cercena su voz en voces. Rilke afirma que una linea se justifica, no por su contenido, sino por la necesidad de la que surge; y así, al escribir, es la punta de la pluma lo que asombra, no las palabras que traza. No hay un yo. Decir yo es juntar los pedazos de un gran espejo hecho añicos. Y Porchia, cuando dice lo que dice, es porque lo ha vencido lo que dice.










Casi no he tocado el barro y soy de barro.





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Mis ojos, por haber sido puentes, son abismos.





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Pueden en mí, más que todos los infinitos, mis tres o cuatro costumbres inocentes.





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Y si llegaras a hombre, ¿ a qué más podrías llegar ?



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Nada no es solamente nada. Es también nuestra cárcel.





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En plena luz no somos ni una sombra.





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Mueren cien años en un instante, lo mismo que un instante en un instante.





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Quien dice la verdad, casi no dice nada.





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Y si crees que eres como cualquier ser, como cualquier cosa, eres todos los seres, todas las cosas. Eres el universo.





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Quien hace un paraíso de su pan, de su hambre hace un infierno.





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Casi siempre es el miedo de ser nosotros lo que nos lleva delante del espejo.

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